jueves, 9 de febrero de 2012

REFLEXIONES SOBRE LA NATURALEZA



Dependemos de la naturaleza no solo para nuestra supervivencia física. También  necesitamos a la naturaleza para que nos enseñe el camino a casa, el camino de salida de la prisión de nuestras mentes. Nos hemos perdido en el hacer, en el pensar, en el recordar, en el anticipar: estamos perdidos en un complejo laberinto, en un mundo de problemas. Hemos olvidado lo que las rocas, las plantas y los animales ya saben. Nos hemos olvidado de:


v      Ser nosotros mismos, cada vez mas, actuamos como los demás esperan que actuemos y escondemos lo que somos y como somos por diferentes razones, en su gran mayoría por miedo, porque cada día es mas difícil mantener los principios que nos inculcaron de niños y que parece que nos da problemas íntimos no solo manifestar sino que tampoco los estamos trasmitiendo a nuestros hijos, solo hay que mirar a nuestro alrededor y ver a los niños y adolescentes actuales. Afortunadamente solo son una minoría pero parecen muchos



v      Estar en silencio, de pensar de analizar nuestras expectativas, nuestros deseos, nuestras aspiraciones, nuestra forma de vida, etc.

v      Estar donde esta la vida, Aquí y Ahora, defender una forma de vida solidaria y apoyando a los que lo necesitan. Sólo una puntualización “ayudar a aquellos que se ayudan a sí mismos, no a los que esperan que todo se lo den los demás” para estos, solo hay que decirles que “la suerte existe, pero sólo cuando estas en la tarea, o sea, trabajando”



Llevar tu atención a una piedra, a un árbol o a un animal no significa pensar en ellos, sino simplemente percibirlos darte cuenta de ellos. Entonces se te transmite algo de su esencia.  Sientes lo profundamente que descansa en el Ser, completamente unificado  con lo que es y con donde esta. Al darte cuenta de ello, tú también entras en un lugar de profundo reposo dentro de ti mismo.


Cuando camines o descanses en la naturaleza, honra ese reino permaneciendo allí plenamente. Serénate.  Mira.  Escucha. 



REFLEXIONES, PINTURAS DE JAN SHEPARD-BAIN



SER FELIZ



Podés tener defectos, vivir ansioso y estar irritado algunas veces, pero no te olvides de que tu vida es la mayor empresa del mundo.  Solo vos podés evitar que ella vaya en decadencia.  Hay muchas personas que te precisan, admiran y te quieren.
Me gustaría que siempre recordaras que ser feliz no es tener un cielo sin tempestades, caminos sin
accidentes, trabajos sin cansancio, relaciones sin decepciones.

Ser feliz es encontrar fuerza en el perdón, esperanza en las batallas, seguridad en el palco del miedo, amor en los desencuentros.
Ser feliz no es solo valorizar la sonrisa, sino también reflexionar sobre la tristeza.
No es apenas conmemorar el suceso, sino aprender lecciones en los fracasos.

No es apenas tener alegría con los aplausos, sino encontrar alegría en el anonimato.
Ser feliz es reconocer que vale la pena vivir la vida, a pesar de todos los desafíos, incomprensiones y períodos de crisis.
Ser feliz no es una fatalidad del destino, sino una conquista de quien sabe viajar para dentro de su propio ser.

Ser feliz es dejar de ser víctima de los problemas y volverse un actor de la propia historia.
Es atravesar desiertos fuera de sí, mas ser capaz de encontrar un oasis en lo recóndito de nuestra alma.
Es agradecer a Dios cada mañana por el milagro de la vida.
Ser feliz es no tener miedo de los propios sentimientos.
Es saber hablar de uno mismo.
Es tener coraje para oír un “NO”.

Es tener seguridad para recibir una crítica, aunque sea injusta.
Es besar a los hijos, mimar a los padres y tener momentos poéticos con los amigos, aunque ellos nos hieran.
Ser feliz es dejar vivir a la criatura libre, alegre y simple que vive dentro de cada uno de nosotros.
Es tener madurez para decir “me equivoqué”.
Es tener la osadía para decir “perdóname”.
Es tener sensibilidad para expresar “te necesito”.
Es tener capacidad de decir “te amo”.

Deseo que tu vida se vuelva un jardín de oportunidades para ser feliz…  Que en tus primaveras seas amante de la alegría.  Que en tus inviernos seas amigo de la sabiduría.  Y, cuando te equivoques en el camino, comiences todo de nuevo.  Pues así serás cada vez más apasionado por la vida.
Y descubrirás que… Ser feliz no es tener una vida perfecta sino usar las lágrimas para regar la tolerancia.  Usar las pérdidas para refinar la paciencia.  Usar las fallas para esculpir la serenidad.  Usar el dolor para lapidar el placer.  Usar los obstáculos para abrir las ventanas de la inteligencia.
Jamás desistas.  Jamás desistas de las personas que amas.  Jamás desistas de ser feliz, pues la vida es un espectáculo imperdible.  ¡Y sos un ser humano especial!
Autor Desconocido.
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